25 de septiembre de 2008

Murió por la Patria.

Por: Nunú Lozone

Era un 15 de septiembre pero de hace 12 años. Ese día por la tarde, salí de mi casa dispuesta a comer pizza en casa de mi novio, lo que no sabía era que después de poner un pie en la calle y antes de que las campanas sonasen, daría el grito de independencia, si así se le puede llamar a aquel acto que los adultos tanto practican y en aquel entonces tanto escondían de los oídos de los pubertos. Ahora los tiempos han cambiado.

Entré a la casa de Miguel –sí, se llamaba como nuestro querido Hidalgo y Costilla- al final de la sala su batería figuraba como santo adorado, con la que acostumbraba aturdir a los vecinos con su grupo de rock del que ahora no recuerdo su nombre. Después de pocas palabras y muchas rebanadas de pizza, la enorme casa con su silencio caía sobre mi cuerpo, anunciándome que algo estaba próximo a suceder. Él, con sus 11 años más, fumaba un cigarrillo mientras yo miraba sorprendida como salían de su boca perfectas donas de humo que hasta la fecha nunca he podido imitar.

Para entonces ya estábamos instalados en el sillón de la sala, estaba nerviosa, cuando se consumió aquel pitillo, como dicen los de la misma raza de nuestros conquistadores, mi falda, ya formaba parte de un desorden descomunal, y es que sus manos entre mis piernas junto al torrente que ahí se formaba era algo inefable.

El tiempo no transcurría en vano, el miembro de mi novio cada vez más conmovido por mi pubis de niña, se elevaba como mástil sin bandera, pero ni siquiera hubo un himno de preámbulo, sólo instrucciones de como llevar acabo dichos honores.

Mi ignorancia sobre los quehaceres del sexo aunado a mi inevitable excitación me hacía ver todo más confuso. Ya desnuda me cargó entre sus brazos por la larga escalera hasta su cuarto. Cada escalón era un segundo menos para llegar a lo incierto, cualquiera que fuese el secreto estaba apunto de ser revelado, sentía que caía cual niño héroe en un abismal hoyo pero de interrogantes.

Él con su experiencia me fue llevando por senderos caudalosos, entrañables, el amor en mí hacía acto de presencia, ¿que otra cosa me podía llevar a aquella semejante situación? Sólo el amor. Como en todo, el fin llegó, ¿Qué si tuve un orgasmo? No lo sé, sentí tantas cosas que si salió de mí en algún momento no me percate, pero mi interior se precipitó a vociferar ¡Viva mi Miguel!, su miembro ¡Viva!, mi vagina ¡Viva!, a esa había que echarle porras por salir victoriosa de tan sangrienta batalla que hizo doblegar a semejante monstruosidad.

No por eso habría que quitarle su crédito a él, que cual Pípila se defendió con su antorcha encendida hasta el final, yo, por mi parte, guardé mi secreto revelado en una Alhóndiga de Granaditas. Horas más tarde, cuando mi familia esperaba anhelante que nuestro Presidente pronunciara las palabras ya conocidas para después repetirlas con enjundia, mi cuerpo esta vez ajeno a mi propio yo, no despepitó ni un ¡Murió por la patria! Porque la Patria había muerto en mí antes de que las campanas anunciasen nuestra Independencia.

17 de septiembre de 2008

Septiembre Negro

El hombre es un gran fallo de la naturaleza,

una imperfección, un virus que mata poco a poco.

Cioran.

A la memoria de las víctimas, a la memoria de Gloria Álvarez


Por: Salvador Munguía


Vi niños sonrientes y felices. A familias enteras cantando, celebrando, festejando. Escuche a la multitud corear vivas México.

Vi alegría y júbilo.

Vi imágenes insoportables. Vi heridos caer. Inocentes. Cientos. Niños y niñas. Madres y ancianos. Escuché lamentos y llantos.

Vi sangre. Piernas amputadas. Vi Muerte. Vi confusión y desesperación. Anarquía y caos.

Vi locura y terror. Paranoia y temor.

Vi odio y rabia.

Veo gobernantes temerosos. Impotentes. Incapaces. Política indecisa, dudosa, insegura. Discursos vacios, repetitivos –unidad, solidaridad, justicia—lo mismo de siempre.

Septiembre 2008 quedará registrado como un mes de tristeza y dolor, disgusto y consternación. Un mes de sufrimiento. Un mes de muerte.

¿Quién y por qué? ¿Qué sigue?

12 de septiembre de 2008

Para mover el esqueleto... Digitalisim !!!

11 de septiembre de 2008

Viva México!!!!

4 de septiembre de 2008

¿Orgulloso yo? Ni madres…


Por: Salvador Munguía

Septiembre es para la mayoría de mexicanos un sinónimo de fiesta. Ningún momento del año es mejor que septiembre para –dicen algunos--- sentir a México en la piel. Patrañas.

Emblemas patrios adornan las calles y las plazas céntricas. Banderas tricolores por doquier. Algunos hombres vestidos de charros y mujeres de chinas poblanas. Mariachis sobrevalorados. Camisetas de la selección mexicana. Ridículos sombreros. Dos por uno en bares. Restaurantes “internacionales” ofreciendo comida típica mexicana. Los medios atascándonos con comerciales cursis-patrioteros. Hasta los programas de revista y chisme hablando de conceptos que desconocen; libertad, patria, soberanía, justicia. Películas de charros hasta el hartazgo. Identidad folklórica charlatana. A fin de cuentas, nacionalismo burgués patriotero, soberanía para las cuentas bancarias.

El 16 “nuestros” militares o mejor dicho el ejército “Nacional y Constitucionalista” desfilarán por las principales capitales del país, como “fiadores” de la seguridad del pueblo. ¿Acaso no se avergonzarán de sus abusos constantes? ¿De su incapacidad para vencer a los malos? ¿De qué son una amenaza?... Septiembre mes de la “patria”, del (des) informe presidencial. De multitudes gritando la noche del 15: ¡viva México cabrones! al “grito de independencia”, de plazas llenas, calles tomadas. En fin, tradición, celebración y fiesta.

Pero no encuentro ningún motivo para celebrar y festejar. No siento orgullo gritar viva México. Al contrario, me da pena ser ciudadano de un sistema corrupto y altamente impune. Ni mucho menos afirmar que “somos el país más chingón del mundo”, o decir estupideces “como México no hay dos”, o peor aún, que “somos la mejor raza que existe”.

Me da miedo salir a la calle y encontrarme con la policía, o con una camioneta del año polarizada. Estoy harto y hasta la madre de escuchar todos los días de levantamientos, ejecuciones o acribillados. Asqueado de nuestros políticos incapaces, corruptos, blandos. No existen otras noticias que no sean narcotráfico y secuestro. La sociedad se “manifiesta” para reclamarle a nuestros gobernantes que sí no pueden renuncien —cosa que no harán— después del secuestro y muerte del hijo de un empresario. Esos holgazanes que tenemos como autoridades piden la pena de muerte, — ¿será también para asesinos de niños pobres y jodidos como la gran mayoría que ocupamos esa condición?— que no sé supone que están para detener la violencia, no fomentarla. ¿Habremos de sentirnos orgullosos en una patria llena de rencor, ira y con sed de venganza? ¿De un poder opresor que lo único que genera es más violencia? ¿Dónde están los ideales de independencia? ¿Y los héroes que se partieron la madre (no todos) por una vida más digna? ¿Dónde está la libertad si transitamos nuestras calles y carreteras con temor e inseguridad? ¿Qué pasó con la justicia? Si está corrompida, viciada. El cáncer en las policías y jueces parece incurable. ¿Apoco algún día la tuvimos? ¿Igualdad? Si existe un “nacionalismo” burgués basado en la desigualdad económica, educativa y cultural extrema. ¿No parece absurdo tener al hombre más rico del orbe? ¿Dónde están las promesas de nuestro presidente? ¿Qué no era el gobierno del empleo?....El “presidente del empleo” tiene una economía mexicana en el último lugar de crecimiento en Latinoamérica. Estamos en las manos de un gobierno estancado. Millones de personas obligadas a emigrar para trabajar.

¡Dónde están nuestros héroes!... Los que sean… ¡Dónde!…. Ahora ni julios cesar chávez, ni hugos sanches. Cuanta razón tenía el genial Salvador Elizondo al afirmar que “somos un país destinado al fracaso”. Y es cierto. No destacamos en nada. Para muchos el deporte es el espectáculo que pudiera aliviar nuestras derrotas. Pero sucede lo contrario. Las alimenta. Nuestra incapacidad para crear deportistas altamente competitivos se repite cada cuatro años. Cada mundial de fútbol. Cada tropiezo de nuestros atletas es un navajazo en el espíritu de la mayoría de los mexicanos. Buena culpa la tienen, si otra vez, el gobierno corrupto. ¿Cómo es posible que un mafioso como Mario Vázquez Raña tenga más de 30 años como dirigente deportivo? El “sistema” ha convertido una actividad humana tan “disfrutable” en una mercancía más. Por supuesto también tiene mucho que ver el sistema educativo diseñado por el capitalismo depredador para hundirnos en la idiotez, con profesores mediocres e ignorantes, y claro, los propios atletas. ¿Somos una raza con alguna deficiencia genética, de “mongoles”, que no nos permite competir de frente a frente? A veces pienso que si.

Finalmente me da igual si una persona es más rápida que un cohete, si otro es más fuerte que Sansón, si a Quirino le quedó chico el uniforme, o si al machista le dieron agruras a la hora de competir. Pero lo que si me encabrona, es ver a mi abuela Yeya mortificada con tanto fracaso, suficiente tiene con el enfermo, enfadoso y absorbente de mi abuelo.

¿Orgulloso de mi país? Ni madres. Pero aquí esta la gente que estimo y quiero. Las cosas que me gustan. El caldo de pollo de mi abuela, o el tlalpeño de mi madre. El lugar donde nacieron mis padres, abuelos, hermanos. Aquí están mis amigos. Las tumbas de mis queridos. Aquí están las cantinas que conozco. Las mujeres por las cuales me emborracho.

— Licenciado, ¿pues que tanto escribe?

— Nada que te importe Filemón. Estamos jodidos.

— ¿Quiénes?

— Déjame en paz Filemón, ¿quieres?

— El tequila hoy está a 2 x 1.

— Sírveme lo de siempre, el tequila me pone insoportable.

— Oiga lic., ¿ya escuchó que nuestras mujeres mexicanas ocupan los primeros lugares en el mundo de obesidad?

— Me importa un carajo, pero todo se puede esperar de este país…deberías decirle a tu mujer que deje de comer pozole y enchiladas, está demasiado gorda.

— No entiende, ya le dije…. -----¿listo pal grito mi lic.?

— No, antes dame la cuenta.

— Le recuerdo que mañana no abrimos lic.…..¡y viva México!

— Chinga tu madre Filemón.