6 de junio de 2008

Para que vivamos mejor…

En el cannibal twist ofrecemos un horizonte diferente a cualquier otro blog, y en los últimos post hemos tenido el agrado de compartir con ustedes (los que si leen) textos de diferentes autores, entre ellos el escritor y poeta Gaspar Aguilera, quien además de ser un gran amigo ha compartido con nosotros una visión diferente de la vida cotidiana. En el blog contamos con millones de bits libres para que autores como Gaspar compartan con nosotros su pensar haciendo uso de la libertad de expresión la cual caracteriza el CT. Como breve introducción compartimos algunos datos del autor del siguiente post.

Gaspar Aguilera Díaz, (Parral, Chihuahua. 1947). Realizó la licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales en la UMSNH. Ha publicado más de una decena de libros de poesía, ensayo y cuento, entre los que destacan Los ritos del obseso; Imágenes del viaje; y Noviembre y pájaros; ejerce el periodismo cultural desde 1978 en publicaciones del país y del extranjero. Ha impartido cursos de Literatura Mexicana y Latinoamericana, así como de cultura contemporánea en el Instituto de Romanística de la Universidad de Salzburgo.”

Para que vivamos mejor…

El miedo y el abuso del poder político

son veneno para la democracia.

R.G.

Por: Gaspar Aguilera Díaz

Las cifra son alarmantes y además no mienten: más de cuatro mil muertos en lo que va del lamentable sexenio que se auto anunció como el gobierno del empleo, del mejoramiento de la educación en el país, y de la seguridad para la ciudadanía. Después de unas elecciones más que dudosas, Felipe Calderón navega a duras penas en su segundo año con un país en crisis, con un índice bajísimo en producción, con un gabinete presidencial de ínfimo perfil -por decir lo menos-, sin un programa de gobierno responsable y serio, y con la amenaza de una crisis alimentaria que ya empezó a enseñar sus colmillos, y sobre todo, con un problema de inseguridad cotidiana sin registro en la historia contemporánea.

Es bien sabido que no puede haber mayor torpeza que contestar la violencia con más violencia, y el presidente en lugar de atacar a fondo y con toda energía los problemas que producen el narcotráfico, el desempleo, la educación en crisis permanente, el interminable éxodo de mexicanos a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de trabajo, la desatención al campo mexicano y a quienes se dedican a cultivar los alimentos básicos, entre otros.

Ha creído que militarizando al país hasta convertirlo en un estado de sitio, se podía acabar con el los problemas del narco, cuando se sabe que éste se ha infiltrado desde sexenios anteriores hasta los más altos niveles políticos.

Con todo lo que conlleva esta situación: -violación a los derechos humanos más elementales, arbitrariedad y abuso por parte de los militares, pérdida del respeto a las garantías individuales consagradas en la Constitución-, la ciudadanía ya no tiene protección ni en su propia casa y en cualquier momento puede ser testigo o lo que es peor víctima de un levantón.

Y por si esto fuera poco, hay que cuidarse de los secuestros express y las llamadas telefónicas para extorsionar y amenazar a la gente.

¡QUÉ HERMOSO PAÍS Y QUÉ BUENO ES VIVIR MEJOR … ¡